Red de Bibliotecas de Castilla-La Mancha

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En la muerte de Félix Grande, el blanco que escribió espirituales

felix grande

Su silueta empinada y esbelta, su precoz y plateado busto grecorromano, su deje manchego y extremeño que medio siglo en Madrid no consiguieron apagar (quizá porque en Madrid, rompeolas español, tienen cabida todos los acentos), han visualizado varias décadas de poesía, de bellas y buenas letras, de flamenco, al que dedicó su apasionada "Memoria del Flamenco", libro por el que se hizo acreedor al Premio Nacional de Flamencología.

Encuadrado dentro de la poesía social pero atento también a la experimentación formal y lingüística (siempre se reconoció discípulo del gran Juan Ramón), irrumpió con fuerza a través de su poemario "Blanco spirituals", de 1967, que ganaría el Premio Casa de las Américas. A este premio inicial, le han seguido muchos otros como el Nacional de Poesía, el Premio Barcarola o el Nacional de las Letras en 2004, y fue precedido del prestigioso Adonais en 1963. Durante veinte años dirigió desde el ICI la revista Cuadernos Hispanoamericanos, tendiendo y sosteniendo un puente entre escritores de una y otra orilla del Atlántico. En 2005 fue distinguido con la medalla de oro de Castilla-La Mancha.