En estos tiempos que corren, en los que se habla tanto de despoblación, la España vacía, vaciada, etc., etc., entre nuestros dirigentes políticos y medios de comunicación, es hora de pasar de las palabras a los hechos, de apoyar como nunca todo lo que sea reforzar los servicios públicos y esenciales en el ámbito rural, porque no se puede revertir el proceso de abandono del campo, sin ofrecer a sus pobladores unos servicios dignos. El bibliobús, sin duda alguna, debe jugar un papel muy importante en ello.
Pero por desgracia, este 28 de enero, es muy diferente a los anteriores. La pandemia ha obligado a todos los bibliobuses a restringir su servicio o directamente a suspenderlos por razones sanitarias, como ha sido nuestro caso. Sin embargo, ello no es óbice para celebrar este día con más entusiasmo si cabe, con la firme esperanza de que nuestros pueblos vuelvan a recibir muy pronto la visita de sus bibliotecas móviles. Por todo ello…
¡¡FELIZ DÍA DEL BIBLIOBÚS!!